En español, como sucede con todos los tratamientos, las palabras san (o santo) y santa deben escribirse con minúscula cuando preceden al nombre correspondiente: santo Tomás, san Pedro, santa Ana…
La mayúscula debe usarse cuando forman parte de nombres de localidades, vías urbanas, instituciones, o apellidos: San Lorenzo de El Escorial, calle de Santa Clara, plaza de Santa Eulalia, barrio de San Bernardo, Residencia Santa Rafaela, Hospital de San Juan de Dios, Cementerio San Carlos Borromeo, Diego de San Pedro, Julia Álvarez San Sebastián…